sábado, 23 de febrero de 2013


La temporada produjo fuertes aguaceros que causaron inundaciones en diferentes zonas de Colombia. La situación se originó debido a las abundantes lluvias provocadas por depresiones tropicales; y frentes cálidos propios de la época húmeda, ocasionados por el fenómeno de La Niña.

Los torrenciales aguaceros, chubascos, vendavales; e indisposiciones atmosféricas como cielos parcial y totalmente nublados, tormentas eléctricas y lloviznas frecuentes, se presentaron desde el mes de junio y se hicieron más fuertes en agosto y septiembre, generando problemas de damnificados e insalubridad. Las lluvias se extendieron hasta noviembre causando estragos.

Ahora, estos cambios tan impredecibles de clima también nos están haciendo daño. Muchos no saben que la temporada de “verano” es bastante peligrosa, debido a la incidencia de rayos solares con alto contenido de radiación UV-A y UV-B, debido también a la disminución de la capa de ozono, la cual produce enfermedades como cáncer de piel, cataratas, cáncer de piel alrededor de los parpados, degeneración macular relacionada con la edad, fotoqueratitis, envejecimiento prematuro, entre otras, son las secuelas que puede dejar la destrucción continua de la capa de ozono a corto plazo en la salud humana.

Sin embargo, habría que mirar si el cambio climático es verdad, o si es una forma más de manipularnos para que creamos lo que ellos quieran. Independientemente de todo esto, si existiese una mayor conciencia ambiental, podríamos hacer que nuestro impacto en la tierra no sea tan grande, y así que la convivencia en este maravilloso lugar, sea mucho más agradable.

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